Tu cocina. Para él gusto. ¿Hay algo? Decido no articular palabra. Me declaro gastrónomo, ejecuto la acción. Ni tan siquiera por los bigotes de las gambas voy apostar armonía que recrea el aroma de tus guisos. Tan envidiadas se vuelven mis intenciones, con aspavientos de entrañas trato de rugir el sinsentido de tanta demora, descabellado deuda con el reloj que descuelga el vacío de mi estómago.
Como una reliquia del pasado, aquel caldero llenó de recuerdos que me transportaron a mi temprana juventud.
En una mesa repleta de historias, de alegrías, besos secretos de otra época.
De ilusiones plasmadas en un papel de color y hasta de olor, a veces con el mantel a juego.
Recibe este rostro mío, mudo, mendigo.
Recibe este amor que te pido.
Recibe lo que hay en mí que eres tú....
viernes, 3 de febrero de 2017
"SUQUET DE MARISCO"
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