Hola cielo, solo decirte que te quiero y felicitarte por tu santo. Me gustaría que supieras ante todo que aunque a ti no te lo parezca, yo también soy persona.
Nadie me ha enseñado a querer, pero yo ya quiero.
Lloro, me río, pienso, hablo..... y tengo y hago las mismas cosas que tu.
Tenía que quitarme ese sentimiento de culpabilidad que me ha perseguido durante tanto tiempo.
Siempre has tenido dentro de ti ese silencio tan especial, tan distante que no me dejabas ni asomarme dentro de ti.
Ya le encuentro un porqué a muchas cosas.
Eres inteligente, noble, fuerte, cariñoso, locuaz, intuitivo... aunque algo cabezota, como el que te suscribe.
Pero como yo suelo decir muchas veces, todo en esta vida es una virtud o un defecto depende el momento.
Te escribo esta carta para que sepas que siempre voy a estar ahí.
La circunstancias no nos acompañan verdad?
Sabes que no paro, el trabajo, la casa, reuniones, bancos.... y un largo etcétera.
Eres un luchador nato y estoy seguro de que podrás conseguir todo lo que te propongas.
Para vivir, basta con un rincón de paz y amor.
Cabe aclarar que está carta no tiene la menor intención de cambiar tu pensamiento, eso sería persistir en el error, así que ni siquiera me atrevo a insinuar; te la comparto desde mí espacio el pozo de occidente, el último borrón de rosa, manchando el tallo del tembloroso y detallado cáliz de la piedra tensa de la noche..... Besos...Papá
sábado, 18 de marzo de 2017
"Al FILO DE LA LUNA"
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