lunes, 27 de marzo de 2017

«ANDEN N°26 »

En mi reciente onomástica te extrañe, no soy ese a quien diste la vida con la mirada alegre y las pupilas empañadas.
No es la noche ciega que te engaña, ni el reflejo de luz que no me llega, es que a veces me estrello con la vida y no me encuentro, me despisto con el cielo y no te busco.
Es que a veces la soledad me consume hasta dejarme sin alma, sin recuerdos, sin mi.
Me he guardado tus recuerdos como guardo las desdichas, tropezando con los lazos que deshice y las memorias que no olvido, no me veo en el espejo por mucho que me mire, no soy ese que sonríe.

Mañana cuando salga el sol; saldré a dar una vuelta por ésa nostálgica estación y recogeré las huellas que pisaste alguna vez.
Seguiré mi curso como si fuese fácil, volveré a reír como lo hacía antes dejaré el recuerdo olvidado en un anden, pasara el tiempo como si fuera ayer.

Abrazarte en el silencio eterno, retorno sombrío.
Marzo estrellado, en tu nombre he dejado el dolor de tu recuerdo; apagado y sin días.
Marzo ventoso y lluvioso. Me embriago, me duermo, y suspiro.
Marzo de cielos sinceros.
Es Marzo y hay un poco de licor en mi palabra.
Habiéndose convertido en letras de vapor y incienso.

martes, 21 de marzo de 2017

" ESCALERA ...!

Uno sobre otro he ido poniendo los sueños que no fueron.
Para hacer una escalera.
La perra tuba que no tuve.
El padre ido a destiempo.
La madre que jamás debió partir.
Los viajes no emprendidos.

Los nietos imposibles.
Los libros no leídos
Una escalera hecha de ilusiones.
De sueños soñados despierto.
De peldaños oníricos.

El beso detrás de la puerta.
El secreto no compartido.
La canción que no canté.
El baile que pretendí.
Subir por el te quiero no pronunciado.

El abrazo reprimido.
La mujer a abandonada.
Los hombres no acariciados.
Las mujeres deseadas.
Los árboles no escalados.

De sueños está hecha mi escalera.
De pompas de jabón.
De burbujas luminosas.
Son los peldaños que a mi cielo me han de llevar.

De poemas no acabados.
Palabras no pronunciadas.
Escalones con lo no vivido.
Así construyo una escalera.
Para qué quiero lo vivido en mi viaje al sueño eterno..

sábado, 18 de marzo de 2017

"Al FILO DE LA LUNA"

Hola cielo, solo decirte que te quiero y felicitarte por tu santo. Me gustaría que supieras ante todo que aunque a ti no te lo parezca, yo también soy persona.
Nadie me ha enseñado a querer, pero yo ya quiero.
Lloro, me río, pienso, hablo..... y tengo y hago las mismas cosas que tu.
Tenía que quitarme ese sentimiento de culpabilidad que me ha perseguido durante tanto tiempo.
Siempre has tenido dentro de ti ese silencio tan especial, tan distante que no me dejabas ni asomarme dentro de ti.
Ya le encuentro un porqué a muchas cosas.
Eres inteligente, noble, fuerte, cariñoso, locuaz, intuitivo... aunque algo  cabezota, como el que te suscribe.
Pero como yo suelo decir muchas veces, todo en esta vida es una virtud o un defecto depende el momento.
Te escribo esta carta para que sepas que siempre voy a estar ahí.
La circunstancias no nos acompañan verdad?
Sabes que no paro, el trabajo, la casa, reuniones, bancos.... y un largo etcétera.
Eres un luchador nato y estoy seguro de que podrás conseguir todo lo que te propongas.
Para vivir, basta con un rincón de paz y amor.
Cabe aclarar que está carta no tiene la menor intención de cambiar tu pensamiento, eso sería persistir en el error, así que ni siquiera me atrevo a insinuar; te la comparto desde mí espacio el pozo de occidente, el último borrón de rosa, manchando el tallo del tembloroso y detallado cáliz de la piedra tensa de la noche.....  Besos...Papá

viernes, 3 de febrero de 2017

"SUQUET DE MARISCO"

Tu cocina. Para él gusto. ¿Hay algo? Decido no articular palabra. Me declaro gastrónomo, ejecuto la acción. Ni tan siquiera por los bigotes de las gambas voy apostar armonía que recrea el aroma de tus guisos. Tan envidiadas se vuelven mis intenciones, con aspavientos de entrañas trato de rugir el sinsentido de tanta demora, descabellado deuda con el reloj que descuelga el vacío de mi estómago.
Como una reliquia del pasado, aquel caldero llenó de recuerdos que me transportaron a mi temprana juventud.
En una mesa repleta de historias, de alegrías, besos secretos de otra época.
De ilusiones plasmadas en un papel de color y hasta de olor, a veces con el mantel a juego.
Recibe este rostro mío, mudo, mendigo.
Recibe este amor que te pido.
Recibe lo que hay en mí que eres tú....

sábado, 15 de octubre de 2016

"PIQUETE DE ENTREVÍAS"

—  ¿Eres el vendedor de palabras?
—  Para servirle respondí desde la penumbra para verla mejor.
—Tú piensas en palabras, para ti el lenguaje es un hilo inagotable que tejes como si la vida se hiciese al contarla.
En cambio yo pienso en imágenes congeladas en una fotografía. Sin embargo, ésta no está impresa en una placa, parece dibujada, es un recuerdo minucioso y perfecto, de volúmenes suaves y colores cálidos, renacentista, como una intención captada sobre un papel granulado o una tela.

Es un momento profético, es toda nuestra existencia, todo lo vivido y lo por vivir, todas las épocas simultáneas, sin principio ni fin.

Descarto las palabras raras y secas, las demasiadas floridas las que están desteñidas por el abuso, las que ofrecen promesas improbables, las carentes de verdad y las confusas, para quedarse sólo con aquellas capaces de tocar con certeza el pensamiento de los hombres y la intuición de las mujeres.

Cansada de recorrer está tierra maldita en guerras inútiles y derrotas que ningún subterfugio podía transformar en victorias.
Observo los ires y venires del mundo, para mi el alma habita en el habito de luz.
El cuerpo es sólo el sitio al que los recuerdos llaman hogar.

— ¿ Qué significa todo esto ? — pregunté
—  Silencio, o te despacho rápido.
—  Las damas de la noche están al otro lado de la vía, donde tienen la música.
—  No te burles, esto es un asalto
— ¿Cómo dices?
Espérame aquí, voy a fuera hacerme muy rico, te traeré regalos, vestidos y joyas de reina.
— ¿Cuantas veces he dicho que no me molestes?
Por favor, saca todo el mundo de la pieza y déjanos solos —me sopló al oído.
— Mejor  así.
Tuve un escalofrío, temiendo que esa justiciera con aureola de santa me dijera que había eliminado intencionalmente a los hijos retardados para facilitar la justicia divina, o que no creía en Dios.
Y que se había dedicado hacer el bien en este mundo sólo porque en la balanza le había tocado esa suerte, para compensar el mal de otros, mal que a su vez carecía de importancia.
Puesto que todo es parte del mismo proceso infinito.

Era la única mujer joven en toda la extensión de esa tierra, quién sólo cruzaba el cerco de las rosas para matar a las liebres, y en esas ocasiones apenas se alcanzaba a vislumbrar el vuelo de su sombrero en medio de polvareda de infierno y un clamor de perros callejeros...

sábado, 1 de octubre de 2016

"LA SANTA TRINIDAD"

El vendedor de hielo. El carro del barquillo.

El vendedor de billetes que una tarde vino a comprarse a si mismo un billete sin regreso.

Corazón tímido en un tren: A las nueve de la mañana pasé ante una Iglesia. A las diez bordeaba el mar. A las doce una ciudad de humo y suciedad. A las dos un bosque de robles y abedules.

Y luego en la plataforma ella: Una radiante desconocida que no me vio. Yo dije: "¿Me atrevo a bajar a por ella?"
Pero me quede en mi asiento buscando un pretexto.
¡O quizá, me hubiera podido bajar!

En su mano, el metal frió, las pesadas bielas, poco manejables, un móvil destello de acero brillo en sus ojos.
El reflujo del vapor, el débil, amargo y rancio olor a ferodo se esparció a su alrededor, reiteración zumbadora de barra y espejo, encaje y traje negro escoces.

Persuadir a cierta pasajera para que ignore el pan y solo se ocupe de los enemigos.
Dirigir la flecha al corazón del único guerrero que podría liberar su sueño.
Desparramar sobre cierta palabra tierna, un olor pestilente y ocre para que sea abandonada por los hombres.

Advertirle a un iluminado del mal de secreta vocación para crear el caos.
Abrir las fauces del amor solo por capricho de los dioses ignorados.

Y ahora el viejo depósito de vagones, la espesura alzada de lenguas; rampas astilladas, corazones pintados de tiza, las ventanas rotas sosteniendo aún sus cristales como colmillos en el bastidor.

El último farol, alumbrado en un quiste de luz.
Purificar el lecho al que nunca podrán llegar una pareja de amantes que se consumen sin poder acariciarse.

Que no me falte la sagrada carne, ni el espíritu que la hace bella; que tu mirada sea siempre el espejo donde me pueda revelar, que jamás jamás me abandonen los dioses de la poesía y los avatares para llegar a ella; que la noche no me niegue nunca sus alas de recorridos alucinógenos y que el día no me aplaste con su esplendente verdad.

Humanidad. A pie o con muletas.....

viernes, 2 de septiembre de 2016

"CLAVEM LUPUS"

     Allí donde hay luz en la grieta, me desafiaste....

Saliendo de las sombras, a la vía oscura, vacía, bajo de la destrozada piedra de balastro.
Sólo tenía en los ojos el acerado brillo de las vías, fijo allí como una marca a fuego.
Como si hubiera golpeado la enorme campana del corazón mismo del silencio

Las vías se extendían ante él.... no en vía doble sino en un único sentido.
Porque inmediatamente después de la bifurcación de las agujas, el último destello de los dientes se extinguía en la herrumbre
(—¡Asustado! !Asustado! ¡No mires!)

Arrancó su mirada de allí, y lanzó unos ojos frenéticos a su alrededor. A la izquierda, la desportillada pared de ladrillos del almacén excluía el oeste y la humanidad, a la derecha y detrás de él, se alzaba el reborde del montón de desechos, delante, el fin de la tierra y el resplandor de los raíles
— ¡Entonces ve! ¡Entonces ve!

¡Corría! Pero ninguna luz lo alcanzó, ninguna llama de fuego intolerable. Sólo, en sus oídos, el hueco chasquido del hierro perduraba.
¡Aquel ruido! Aquel ruido había venido de allí. Todos sus sentidos se tendieron hacía el muelle, lucharon con el silencio y la sombra... ¿Vacía?
Si.... vacía. Sólo sus huecas narices discernían el movimiento en la quietud; sobre el raíl.

El esplendor, amortajado de la tierra, el titán dormido en su guarida, desdeñoso.
Y sus ojos se levantaron y era el último cruce, y más allá, más allá del tren elevado, como en el pozo de occidente, el último borrón de rosa, manchando el tallo del tembloroso y dentellado cáliz de la piedra tensa de la noche, con las heces del día

Espantado, el último nervio aullador sobrevivía a zarpazos...
(Como sobre bisagras, enormes y vacíos espejos se alzaron y oscilaron lentamente quedando cara a cara. Dentro del vidrio delantero, enormes paneles se desplegaron, creando un guiño constante de páginas opacas hasta que un pasillo sin fin se perdió en la noche.)

Y la pared se perdió y era un cuadrado de acera con una huella encima medio verde y medio negra.....

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